LA TONTA MANDA

Hay varios tipos de noches agitadas, podes terminar en un telo, saliendo muy borracha en trencito de un boliche con tus amigos o con cara de ya estoy grande y ellos no en una reunión con tus compañeros de secundaria.

Este fin de semana me quedé sola en capital porque todos mis amigos decidieron ir a comerse las eses a nuestra ciudad natal, acá van los relatos q vale la pena destacar.

Romi seguramente se quedó con cara de frío acostada con su madre mirando alguna película de mucho terror en su tele gigante, ella si q sabe disfrutar de una visita al pueblo.

Mari, fiel a su estilo, corrió por las veinte cuadras asfaltadas q tiene nuestra pequeña cuidad pa volver a ver a todas las personas q alguna vez trató mientras vivía allá.

Amalia no se q hizo, nunca se sabe con exactitud q esta tramando esa cabecita loca, puede q allá escalado una torre como q se haya encontrado a tomar mate con su ex profesora de hockey.

Matias que no sabe quedarse quieto, decidió ponerle un broche bañado en oro berreta a su viaje y no se le ocurrió mejor idea q juntarse con los energúmendos del secundario.

La cita tuvo lugar en la casa de Laura (la estúpida q se cree líder del mundo) cuando llegó vio lo q no quería ver, estaba la resaca de la promoción, gente q no se fue a estudiar, q no trabaja, es mas, seguro alguno de ellos todavía no egreso de la escuela. Una mezcla de falta de futuro, buena gente sin cerebro y malas personas por vocación.

Ya q no existe tema alguno de conversación con gente así, comenzaron a jugar al rey manda, divertimento q tienen desde 2002, innovar no es una palabra q este en su diccionario.
Después de untarse crema en todas las partes del cuerpo q conocen y lamerse entre ellos, partieron hacia el boliche, Mati tiene un gran espíritu de supervivencia, jamás se sube en autos de personas q manejan como si fueran protagonistas de “rápido y furioso” lo q no tiene mi amigo es memoria, yo suelo ocupar ese rol, soy como un anecdotario con patas. Así q al no recordar con quien puede andar y con quien no, se subió al auto de la persona menos indicada, Manuel lo llevo por la ciudad a 180 kilómetros por hora, pasando semáforos en rojo, verde y amarillo. Daltónico? No, estúpido.

Gracias a q solo hay un boliche, mas tarde se encontró con las chicas y todo tuvo sentido al final de la noche.

Si hace cinco años q egresaste y seguís haciendo las mismas cosas patéticas q en quinto año, es hora de q te des cuenta q el rey no es el que manda, sino Laura q no sabe mas q tejer agarra pavas al crochet.